En mi último artículo escribí sobre un vestido que había comprado para un matrimonio al que iba a ir. Al escribir el artículo aún no contaba con el vestido, pues recién lo había encargado en el atelier Ann Begob.
Hacía mucho tiempo que no me mandaba a hacer un vestido, pues últimamente, por la falta de tiempo, los escogía en las tiendas listos para usar. El último vestido para el que me tomaron medidas... fue mi vestido de novia. Así que, no sabía como iba a quedar. Las dudas y temores me agobiaban por saber si me quedaría bien... si me gustaría como se veía puesto... Pues una cosa es verlo en la foto de una modelo (con un cuerpo perfecto) y otra... muy distinta... verlo en mi cuerpo (con sus pequeñas imperfecciones).
Por eso, cuando llego el día de recogerlo... las emociones encontradas me hicieron llegar a casa rápido para probarme el vestido y eliminar de una vez por todas tantas dudas.. Y si no me gustaba como había quedado o como se me veía... aún tenía tiempo para volar a una tienda a comprar un nuevo vestido para el matrimonio que se acercaba.
Felizmente, todo salió bien... el vestido era perfecto... y me encantó como me quedaba.. Ya que aunque no se veía como en la foto de la modelo... se me veía muy bien. Así que... luego de esta primera experiencia en el atelier... tengo una nueva opción para mis compras, especialmente cuando necesite un lindo vestido (hecho a la medida) para ir a una reunión.
Y lo que fue mejor... es que el vestido le encantó a mis amigas... quienes me preguntaron por el atelier en el que lo compré... Y claro que compartí los datos de este nuevo point de compras... pues porque no recomendarlo si ellas pueden quedar tan contentas como yo.. no?
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